Este artículo, una contribución del Proyecto Monte Camerún, destacó algunos de los resultados preliminares de las investigaciones relacionadas con los cultivos nómadas en esa montaña. Al principio, los investigadores no se percataron de la existencia de los cultivos nómadas, debido a su excelente integración en los patrones generales de uso de la tierra. La población local no consideraba a las parcelas de barbecho como algo "inerte", sino que las valoraba y gestionaba como fuentes de productos forestales específicos. Entre las implicaciones de este descubrimiento estaban la improbabilidad de encontrar partes del bosque en estado prístino - como se esperaba hasta entonces - y la imposibilidad de demarcar al bosque en zonas de amortiguamiento y zonas nucleares. Un importante desafío consistía en la provisión de mecanismos jurídicos para el cultivo nómada en el área forestal, debido a la dicotomía clásica agricultura/foresteria consagrada en la política forestal de Camerún.