La gestión comunal de los bosques naturales cuenta con una larga tradición en el estado himalayo de Uttar Pradesh, India. Este artículo describió los mecanismos institucionales locales que rigen el uso de los productos forestales en dos aldeas. A pesar de la existencia de una legislación bien establecida, la gestión resultaba menos efectiva. La historia mostraba que este deterioro no era innato a los recursos de propiedad común, sino que se debía a un amplio espectro de transiciones vinculadas, tales como la emigración, el cambio de los incentivos mercantiles y las intervenciones externas (por el Estado y una ONG local), que se tradujeron en cambios en las actitudes de los residentes hacia los bosques y entre sí mismos. A las mujeres, que eran quienes dependían de una forma más directa de los recursos forestales, se les marginó en los comités forestales. El autor sugirió que, mediante una mejor comunicación y una evaluación realista de las necesidades hogareñas, se le podría inyectar nuevas energías a la foresteria comunitaria.