Este breve artículo reflejó el desarrollo de un sistema de gestión local para los bosques montañosos de Kilum e Ijim, de Camerún, a raíz de la introducción de una legislación que estimulaba la foresteria comunitaria. Los autores - que, para llevar a cabo la investigación, recurrieron a la cartografía participativa, el análisis de los programas y la realización de mediciones informales - descubrieron que existían varias normas comunitarias para el control del uso de los bosques. Durante los debates, los participantes propusieron otras normas e identificaron una serie de grupos de interés, definidos en función de sus características étnicas y de sus usos más importantes de los bosques. De conformidad con la nueva ley, los próximos pasos serían clasificar a los grupos de usuarios con mayor rigor, crear un plan de gestión, establecer un sistema de verificación y devolver jurídicamente el control a la población local.